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Vaginismo

¿Qué es el vaginismo?

Al dilatarse, el esfínter vaginal (grupo de músculos que rodean la vagina) posibilita la inserción de un tampón, un pene o el paso de un bebé. El vaginismo es una contracción espasmódica del esfínter. Se trata de algo doloroso que incluso imposibilita la relación sexual. Este problema puede surgir a cualquier edad.


¿Cuál es su origen?

El vaginismo puede surgir como consecuencia de una inflamación vaginal, de un parto o debido a un gran cansancio. El problema puede persistir, incluso cuando la causa originaria ha desaparecido.

La aprensión, el miedo a la penetración o el recuerdo de experiencias dolorosas (a menudo el primer coito) pueden impedir que la vagina se humedezca adecuadamente y los músculos se distiendan.

Cuanto más se repitan los intentos de penetración, más aumentarán la ansiedad y el miedo. Para evitar esta angustia, la mujer espaciará cada vez más las relaciones o las abandonará completamente. A veces, la educación religiosa contribuye a reforzar el ideal de la virginidad, pudiendo crear un verdadero bloqueo sexual.


Soluciones

En un primer tiempo, evite las tentativas de penetración y concéntrese más bien en otras actividades sexuales. Relájese, lubrifique su dedo e introdúzcalo suavemente en la vagina. Ejerza una ligera presión para que los músculos se relajen; al principio puede ser molesto, aunque en ningún momento debe llegar a ser doloroso. Deténgase un instante para poder habituarse a esta sensación, luego introduzca el dedo un poco más lejos. Contraiga y relaje los músculos de la vagina. Cuando esté más tranquila, podrá intentar introducir dos dedos. Poco a poco, se irá acostumbrando a estos pequeños intrusos y a otros objetos más grandes.

Ya es hora de que participe su compañero: será él quien introduzca sus dedos, para pasar más tarde a la penetración. Puede que su vagina sólo acepte una pequeña penetración, pero no desespere, tómese el tiempo de descubrir sus deseos y los de su pareja. Opte por las posturas que le permitan estar por encima de él (la postura de Andrómaco, por ejemplo), así podrá controlar la profundidad de la penetración.

Cuando la mujer está excitada, el flujo sanguíneo hacia la pared vaginal aumenta, produciendo su propia sustancia lubrificante. Este proceso natural de lubrificación no suele tardar más de un minuto. Si la lubrificación es insuficiente, la penetración puede causar irritaciones y ser dolorosa, e incluso imposible.


La sequedad vaginal: razones y causas

La sequedad vaginal puede ser el síntoma de un problema físico o emocional, o de un problema de frigidez. También puede surgir cuando no se ha prestado atención suficiente a los preliminares. Recuerde que la sequedad vaginal es más importante en determinados períodos del ciclo menstrual. Durante la menopausia, la sequedad vaginal afecta a una de cada cinco mujeres. El nivel de estrógenos disminuye, provocando la atrofia de las paredes vaginales y, como consecuencia, la disminución de secreciones. Esta es la razón por la que la vagina tarda más tiempo en lubrificarse.

Si la mujer está estresada o si su higiene alimentaria es deficiente, sus glándulas suprarrenales liberarán una cantidad insuficiente de estrógenos como para combatir eficazmente la sequedad vaginal.

Asimismo, la vagina tiene tendencia a volverse más seca tras una enfermedad, un parto o la ingestión de determinados anticonceptivos.

Todas las mujeres han padecido alguna vez este problema. Por lo tanto, no deberá preocuparse si la sequedad vaginal se manifiesta de manera ocasional.


Soluciones

Prolongue los preliminares. Por ejemplo, pídale a su compañero que la masturbe o que le haga un cunnilingus.

También puede aplicar un lubrificante a base de agua en la vagina, los dedos o el preservativo (los lubrificantes a base de aceite, como la vaselina, son más irritantes y pueden dañar el preservativo, lo que facilita la transmisión de virus). Utilice también la saliva: es un método natural, práctico y muy eficaz.

Durante la menopausia, se puede recurrir a una hormonoterapia de sustitución (estrógenos); se disminuye así las sequedad vaginal, ayudando a conservar la elasticidad de la vagina. Haga el amor con frecuencia: Gracias a la excitación sexual, la vagina se mantiene irrigada y lubrificada.


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